Si por algo se distingue el libro de Nuria Varela es por su claridad. Claridad en la exposición, pero, además, claridad en las ideas que la autora transmite. Ideas que son las manifestadas durante muchos años por miles de mujeres a lo largo y ancho del mundo y que son, quizá hoy más que nunca, necesario entender y poner en práctica (1), en unos tiempos en los que en las sociedades pretendidamente menos machistas, como la española, la violencia contra las mujeres no solo sigue actuando, sino que crece en cantidad y virulencia.

Cubierta del libro
Varela, que desde luego puede presumir de experiencia en el campo, divide el libro en dos partes claramente diferenciadas, haciendo buena la máxima por la cual para explicar algo hay que acudir a la raíz, en este caso, utilizando una breve exposición histórica en los primeros capítulos. Así, da unas pinceladas sobre las escasas mujeres que fueron capaces de manifestar sus ideas por escrito y que pueden considerarse protofeministas. El movimiento, en realidad, comenzará con la Revolución Francesa, la cual lleva consigo la primera traición del patriarcado. La segunda ola, la de las sufragistas, con sus consecuciones y su praxis política, será seguida por el nuevo feminismo o feminismo radical, a partir de los años 60 del siglo XX.

La autora
Y así, amenamente, sin que el lector se dé cuenta, se planta ante los diferentes capítulos que hablan sobre teoría feminista. Agrupando los temas con títulos tan explícitos como «La economía», «La violencia» o «La masculinidad», Varela expone los tópicos y los desmonta con sumo acierto, acudiendo a una jugosa bibliografía feminista precedente, a su propia experiencia vital como defensora de los derechos de la mujer, o a testimonios desgarradores (2)
Y ese es, evidentemente, el objetivo de Feminismo para principiantes: dejar bien claro que el mundo sigue siendo desigual para la mitad del género humano gracias a la gran capacidad de resistencia y refracción del sistema patriarcal. Se exponen como victorias ciertos derechos conseguidos, pero también se emite una clara alarma ante lo que se señala como una clara muestra de maquillaje de la sociedad patriarcal que permite la continuidad de estructuras caducas, bien diluidas, bien transformadas. En suma, que el movimiento feminista no solo no ha terminado su trabajo, sino que debe redoblar sus esfuerzos ante lo que en estos momentos está viviendo el mundo, tando en occidente como en otras sociedades con otros modelos. Aunque el libro es de 2005 (3), parece profético al señalar que la ola de conservadurismo que la sociedad occidental está viviendo desde hace unos años, lleva consigo un reflote de ciertos comportamientos que, en el caso que nos ocupa, no solo coartan derechos; además, provocan víctimas mortales.

Simone de Beauvoir, pionera de la tercera ola feminista
Y es demoledor en su análisis. Tanto si el lector es mujer como si es hombre, los datos, la lógica interna, y la claridad a la que hacía referencia al principio, obligan, si tienes un mínimo de sensibilidad y/o coherencia, a asentir continuamente conforme vas pasando las páginas que, por cierto, se devoran.
La propia Varela dice que «El feminismo es una linterna. Su luz es la justicia que ilumina las habitaciones oscurecidas por la intolerancia, los prejuicios y los abusos». No tengo nada que objetar. Al contrario. Una sociedad que, en el fondo, sigue siendo oscura y desigual, necesita de faros que rompan las tinieblas. En el campo de las mujeres, está claro que ese faro es el feminismo, una ideología que lucha no solo en realidad por la mitad del género humano, sino también por muchos otros objetivos que deberían ser fundamentales para cualquier humano decente, como la paz (4). No existe guerra de sexos, parafraseando a la autora: existe reacción de las estructuras patriarcales en el poder contra aquello que quiere derrumbarlas y cambiarlas por algo mejor.

Sufragistas manifestándose
Para terminar, recomiendo al hilo de este libro la película Sufragistas, así como el comic Sufragista, de Sally Heathcote, centrada en el período del segundo feminismo.
1: Como bien se señala en el libro, la igualdad real entre mujeres y hombres no existe ni siquiera en las democracias occidentales. Se han dado pasos, pero aún queda camino por recorrer.
2: Particularmente horrible es el relato autobiográfico que se hace de una mutilación genital.
3: La autora lo revisó en 2016.
4: Como muestra, señalar que el feminismo fue el movimiento político que creó la estrategia de la no violencia, una revolución incruenta que será imitada por los sindicatos en la lucha obrera, por ejemplo.